domingo, 30 de octubre de 2011

Tema 2: Periodismo Vs. Literarura. ¿Qué lenguaje usamos?


¿Te has planteado qué relación existe entre el periodismo y la literatura? Puede que seas de los que piensas que son mundos y estilos totalmente diferentes, pero a lo mejor consideras que uno es consecuencia del otro ¿Crees que, aunque son mundos diferentes, tienen puntos en común? Es muy complicado llegar a una conclusión definitiva y, como ejemplo, si buscas un sinónimo de literatura verás cómo aparece el término periodismo.

Vamos por partes. El periodismo tiene que contar y explicar los hechos que suceden en la realidad. La literatura suele explicar hechos de ficción. Pero tienes razón si piensas que hay textos periodísticos basados en técnicas literarias y novelas que se construyen sobre hechos reales. De nuevo puedes apreciar lo difícil que resulta diferenciar el lenguaje periodístico del literario.

Existen ciertos rasgos del lenguaje periodístico que ya conoces: concisión, claridad y rapidez son imprescindibles para que se cumpla la función informativa.

Periodismo y literatura son dos formas de comunicar que presentan unas diferencias importantes:

Mientras que el literato puede dedicar todo el tiempo que necesite (un mes, un año, dos años) para escribir una novela, el periodista tiene que realizar su trabajo en un plazo breve y definitivo.

El escritor se dirige a un público universal, pero el periodista escribe para el lector de un periódico, que suele estar definido y además suele ser muy fiel.
El mensaje literario no tiene límites de espacio y tiempo. El texto que elabora el periodista está sometido por la actualidad espacio-temporal.

Generalmente, literatura e información satisfacen necesidades distintas: el lector de prensa lee para recibir información sobre acontecimientos cotidianos que pueden afectarle inmediatamente, mientras que el lector de literatura puede buscar una satisfacción lúdica o una expansión más especializada de su conocimiento.

El escritor literario puede experimentar libremente con el lenguaje, puede dar prioridad a la forma sobre la función. El periodista debe ceñirse y dar prioridad a la función en el uso del lenguaje.

El autor de una obra literaria puede sentir la presión de la editorial que le ha encargado el trabajo, pero suele realizar su trabajo sin reglas laborales.

El periodista se debe, por lo general, a un trabajo de producción diario que le impone la empresa editora del periódico, lo que significa formar parte de una estructura organizativa y la realización de la actividad en un lugar de trabajo concreto, aunque esto último va admitiendo modelos alternativos en virtud del desarrollo de las nuevas tecnologías.

El lenguaje periodístico, al contrario que la literatura, es un lenguaje mixto que incorpora comunicación verbal y comunicación visual.

El periodista puede ofrecer el texto informativo apoyado con recursos tipográficos, fotográficos e infográficos (dibujos, diagramas, esquemas, planos de localización, etc), lo que confiere a éste una mayor complejidad en la compaginación o maquetación de los contenidos.

Todos los componentes tienen un significado que se debe desentrañar contemplándolos como un todo.

¿Es el contenido de los periódicos consecuencia de la demanda de los lectores? ¿Los lectores solicitan aquello que los periódicos ofrecen?, Este planteamiento, te puede resultar muy cercano al de "qué fue primero, la gallina o el huevo".

Lo cierto es que la creación de los contenidos periodísticos, su permanencia o desaparición dependen de la tirada de ejemplares que la publicación realice y sea rentable para la empresa que la edita.

Por este motivo, los responsables de las publicaciones periódicas se interesan más y más por conocer cómo son sus lectores.

Para los editores de periódicos la realidad establece que a los lectores hay que ofrecerles lo que realmente desean leer, no lo que los editores piensan que sus lectores potenciales necesitan saber o por lo que están interesados.

Así pues, ¿qué le interesa al lector? Todo aquello que le afecte de forma directa y que tenga que ver con su vida cotidiana: contenidos que sean de actualidad y tengan universalidad.

Para que una persona se convierta en compradora / lectora de un periódico, se han de dar tres circunstancias:

Que le resulte interesante lo que sucede en un lugar concreto

Que desee conocer lo que acontece respecto a ciertas personas, o grupos sociales, etc. (por ejemplo, un cantante, un líder político o una ONG o un equipo de baloncesto)

Que tenga interés por temas muy específicos (lectores de revistas sobre motociclismo o sobre turismo rural).

Normalmente, el interés del lector por una noticia se basa en que el hecho posea, en mayor o menor proporción:

Actualidad, universalidad, prominencia (destacar a un personaje ilustre), curiosidad, suspenso, emoción, conflicto (necesario para que exista la noticia) , consecuencias (se convierten también en noticia).

Para la prensa escrita, al igual que los demás medios de comunicación, el interés del lector se capta mediante estrategias informativas y de comercialización.

De las primeras destaca la selección de temas para captar la atención, que se apoya, entre otros factores, en la frecuencia del hecho, en sus repercusiones, lo que significa, si es impresible o si contiene ciertos valores socioculturales.

En los últimos tiempos los medios de comunicación tienen en cuenta que el interés de los lectores se inclina por:

Contenidos deportivos, sobre todo el fútbol.

Contenidos de sociedad, lo que se conoce como "prensa rosa" o "del corazón". En este apartado se recogen los contenidos en los que lo privado ocupa un lugar importante: la vida de personajes públicos, de los deportistas, de los propios periodistas convertidos en primeros actores de la comunicación, etc.

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"Procua ser siempre muy puntual, pues los defectos de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien la espera"

Nicolas Boileau-Despréaux (1636-1711) Poeta y crítico literario francés.

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